16 de septiembre de 2019

5to. Piso - De la fantasía a la realidad

No nos habíamos visto la cara nunca. Sin embargo conocía hasta el ultimo lunar de su entrepierna, conocía la suavidad de su piel, conocía su aroma, el sabor de sus labios, el calor de su vagina palpitante, la forma en que la lluvia acaricia su cuerpo, su voz tan dulce como sensual, conocía sus pasos, sus lugares, su cama, la música que la acompaña cada día, conocía sus caricias, sus jugos, su lengua solicita, su entrega, sus secretos y lo mas profundo de su ser desde sus mas sanos sentimientos hasta sus mas ocultas perversiones...


Conocía todo de ella... pero nunca había visto su cara....

Aun así no necesite mucho para darme cuenta de que era ella...

La vi ahí, parada en el dintel de mi oficina, y sus ojos hablaron por ella.

Mas allá de que la oficina estaba lleno también ella leyó mis ojos. Fue cuestión de segundos, milésimas de segundos. Fue entrecruzar miradas como si ambos nos buscaramos. No espero ser invitada a pasar, solo se dirigió a mi y casi en susurros y casi inadvertida para el resto me dijo: Quiero conocer el 5to. Piso.

Era la clave, era la señal, era lo que había esperado por tanto tiempo.

Guardaba la llave celosamente como un si fuera un lugar sacrosanto.Ese lugar estaba reservado para ella, para ese momento.

Subir al 5to piso seria tocar el cielo. Lo anhelaba y solo esperaba que ella llegara.

Lo habíamos hablado mucho tiempo, lo habíamos deseado como desear pasar la noche en un crucero.

Pero no, no era el lugar, no era el paisaje, no era ni el tiempo que pudiéramos estar allí. Era el momento, era saber que había llegado el momento de fundirnos en ese abrazo, ese beso, ese acto que tanto habiamos deseado y disfrutado pero en soledad, a kilómetros de distancia uno del otro pero sabiendo de nuestros deseos, de nuestras ganas, de nuestra pasión, de nuestra entrega... entrega que ya habia sido concretada en palabras, mails, cartas, mensajes de la forma que sea, ya eramos uno del otro desde hacia tiempo, ella ya era mi mujer y yo era su hombre, no había nadie en el medio que lo impidiera, pero aun asi, faltaba... ese momento. Ese momento con el que soñamos, fantaseamos, deseamos. Ese momento en el cual nos fundimos tantas veces en nuestros pensamientos sabiendo que llegaría...

Tome las llaves y me dirigí hacia la puerta, nadie se percato de nuestra complicidad, nadie se percato ni que había salido. Y detrás mio, ella...

Ya en el pasillo se puso a mi lado.. y nos miramos.. y asentíamos con los ojos, y los nervios se acrecentaban. Era ella y no podía creer tenerla tan cerca.... y era tan hermosa, era mas dulce de lo que imaginaba, y su piel era tan blanca y su pelo tan suave... y me bastaban 20 metros de pasillo para desnudarla con mi mirada.

Llegamos a la escalera. La escalera era estrecha, semioscura, nadie transitaba por ese lugar. Ese lugar era nuestro, nadie podía osar adueñarse de el...

La deje pasar primero y empezó a subir los escalones.

Vestía tal cual la imaginaba en mis sueños. Pero no alcanzaba a mirar arriba de su cintura, solo estaba absorto en su pollera, ajustada, modelando sus caderas, sus tacos y las mas hermosas pantorrillas que jamas hubiese visto...

Verla subir fue el espectáculo mas hermoso que recuerdo en mi vida. Ella sabia que la miraba. Era imposible no mirarla. Ella disfrutaba ese momento, lo gozaba. Fue la dueña de la situación durante 30 escalones. La deseaba mas ahora.

Llegamos al quinto, la soledad se escuchaba, el sosiego era latente y solo nuestros corazones sobrepasaban el silencio...

Y entramos..

Era nuestro paraíso, nuestra suite, nuestro sueño, fue llegar a la cúspide de nuestro amor, y no bastaron palabras ni gestos ni señas ni espera, fue el juntar nuestros labios con desesperación, con lujuria, con deseos, fue sentir que nuestras bocas emanaban el elixir deseado en el oasis de nuestros deseos.

Nunca sentí en mis labios algo mas dulce. Nunca mi cuerpo se ajusto tan perfectamente al otro en un simple abrazo y un desesperado comernos la boca que previno lo que vendría. Fue penetrarnos por primera vez. Fue entrar a su cuerpo con mi lengua y ella al mio. Fue saborearnos cual manjares temiendo que uno u otro se lo terminara primero. Fue cogernos con la boca, tomarnos, poseernos sin prejuicios, fue amarnos con la ropa puesta y sentir que ya eramos uno parte del otro...

Y no necesitamos mucho para desear mas... nuestras manos nos recorrían. Nuestra excitación era palpable, el respirar, el suspirar, el exhalar, daba cuenta de la calentura. Queríamos todo el mismo tiempo. Todo lo que habíamos deseado por tanto tiempo. Que tocar primero, que poseer segundo. Mis manos llegaban a sus muslos y ame su piel. La ame y me emocione sentir que lo que había deseado e imaginado era tal cual lo sentía. Era perfecta, suave, dulce, tibia a caliente, era ahora poseerla con mis manos. También ella me poseía con las suyas. Mi erección era palpable y sus manos pasaban de mi cara a mi entrepierna y mi espalda en un solo acto.

No se cuando desprendió mi camisa... si se cuando yo abri su blusa. Recién veía su blusa. Y ahora veía la plenitud de sus pechos tan deseados. Pechos tan deseables a la vista con ese encaje negro que me hacia dudar cuanto tiempo se lo dejaría puesto...

Y no se como mis manos pasaban de su blusa a volver a sus piernas y pasar tímidamente por su entrepierna porque aun deseaba desear mas su intimidad...

Nada de lo que pasaba parecía haber sucedido un segundo antes. No se quien ni cuando sus pechos saltaron de su corpiño. No se cuando el cierre y el cinto de mi pantalón se desprendieron, no se cuando cerré la puerta con llave...

Pero si se el preciso momento en que mis manos al unisono llegaron a los bordes de su bombacha para bajársela tan tierna como dulcemente dejando su pubis a la altura de mis ojos....

Se podía vislumbrar su calentura, se podía sentir de lejos su humedad, pedía a gritos ser mimada y no espere su ruego.

Bebí de ella hasta quedar saciado y nunca sus jugos terminaron de salir. Espere meses saciar mi sed con su cuerpo y ahora me daba cuenta de que nunca mas podría salir de entre sus piernas...

Pero deseábamos mucho mas que eso...era desesperante desear ir mas alla de todo lo imaginado... fue ella la que me saco de allí porque su desesperación por poseerme era tan inmensa como la mía...

Fueron segundos lo que demoro en liberar mi miembro. Tan poco segundo como los pocos segundos que demoro en meterlo por completo en su boca... y degustarlo y saborearlo como un dulce manjar del que jamas hubiera probado.

Fue desesperante ver su desesperación.. fue gratificante sentir que su placer era mi placer y ella sintió lo mismo.

Y su dulzura se transformo en lujuria y sus deseos humanos en salvajes y pareció querer tragarse mi ser y fue mi desesperación por poseerla lo que la freno...

Y la freno porque se lo dije. Quiero poseerte...

Y fue posesión salvaje, fue posesión sublime, fue posesión total, humana y amorosa, plena de deseos y pasiones, amores y esperas interminables, fue entrar en su cuerpo como lo había hecho mil veces sin censura, sin prejuicios, sin tabúes, fue sentir que se nos iba la vida en un orgasmo interminable para volver a empezar uno nuevo. Fue acariciarla por dentro, buscar en su interior, sentir su suavidad plena mezclada con sus jugos y los míos. Fue entrar y salir y volver a entrar para no querer salir nunca mas y fue sentir que al fin... era mi mujer.

La posesión fue total, no quedo lugar por sentir. No quedo lunar por contar. No quedo jugo por beber de ninguno de las dos partes. Consumimos nuestro ser en un acto que no duro mas de media hora. Consumimos nuestro deseo instantáneo para ahora sentir el deseo mas enorme de nuestra vida de gozarnos por el resto de nuestra vida...

Nuestros seres quedaron saciados pero eso fue solo el principio... ahora queríamos mas... íbamos por mas....

1 comentario:

  1. Me conociste como nadie... fuiste dueño de mis silencios y mis palabras mas eróticas y ardientes... me erectaste los pezones e hiciste brotar en mi el flujo mas maravilloso... me senti la hembra mas desprejuiciada y tanto mi vida como mi historia de mujer fue un eterno orgasmo de goce incomparable que aun llevo sellado en mi piel y en mis entrañas y no olvidare jamas...

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