
Delicioso misterio de regalarme… hechizada por la pasión arrolladora de tus caricias, de tus besos, de tu aroma, de tu deseo, de tus anhelos más perversos… que me excitan dilatándome… y en ese, mi rincón más escondido, brota el elixir más dulce que cautiva tu lengua al explorarme ardiente ahuecando mi ano que te sabe exquisito… y en él, me habitas con tus dedos que me embaucan y tu falo que me hace sentir más hembra entregada a su macho, trasladándome a abismos de placeres ignorados, mientras te adentras en las profundidades oscuras de mi esfínter y te agigantas descubriéndome sensaciones desconocidas, desatando en mí a la puta que te pide impura, lujuriosa el placer de lo prohibido… “perfórame, cávame… embísteme siguiendo tu ruta, no te detengas… mira lo que me haces, admira las huellas de cómo me desvirgas… tiéntate con mis aromas más extremos… ocúpame la boca y hazme probar el jugoso sabor del macho que se apodera del ano de su hembra tan incondicional, tan donada, tan perra… vuelve a la madriguera de tu loba, penétrame de nuevo, socávame en tu indómito delirio…hazme al fin más tuya…”
Tus gemidos enloquecen a los míos, tus espasmos y mis jadeos entonan la melodía más pecaminosa al copular tan salvajes, tan morbosos… en medio del alud de tu semen que estalla derramándose en mi cráter, ante mi desesperado deseo “dame tu leche, viértete en mis entrañas, riégame, lléname, vuélcate, rebásame, gotéame, deja para siempre tu marca, tu señal, tu bandera de propiedad exclusiva…”
Es tan sublime recibir tu néctar en mi hendidura anal y llevar tu sabor tan dentro mío en mi andar… tan llena de tu leche, tan jugosa al caminar, al sentarme, tan cavada, tan penetrada, tan mujer, tan hembra, tan puta regalada , tan en mi macho, mi hombre, mi dueño, mi gran amor…