Desde que empezamos a hablar de el.
Desde que me dijiste que ningún hombre había entrado a tu cuerpo por allí.
Desde que el deseo de ambos se apodero de nosotros por penetrar y ser penetrado por ese agujero sagrado.
Desde que subíamos las escaleras de ese hotel y tu trasero se regalaba a mi vista...
Desde esa mañana en que desnudo, en plenitud, y cuando aun no lo había penetrado, él ya me llamaba a ser tomado de todas las maneras posibles...
Y así fue.
Y así pude tomarte a través de él no solo con mi miembro sino con mi propia lengua que levantó delicias de él...
Poseí, perpetre, socave, me sumergí en vos indagando en lo mas prohibido, en lo amoral, en lo antinatural para hacerte mi mujer, más que nunca.
Y se convirtió en mi manjar al que siempre quiero llegar porque tu ano es... rico, delicioso, dulce, me invita a ser comido y devorado de mil maneras distintas... Lo chupo, lo lamo, lo disfruto. Intento meter mi lengua lo mas profundo posible aunque se que nunca llegare adonde mi verga si puede llegar, pero me gusta hacer el intento, me gusta succionar de el como queriendo sacar mas y mas de ese jugo que me delira, me subyuga, me transforma en un depredador de tus profundidades con lujuria y sadismo, porque solo deseo sodomizarlo de la manera mas vulgar, entrando en él aun teniendo que romperlo, destrozarlo, lastimarlo porque se que luego me tocara curarlo con mi saliva y mi semen arrodillado frente a el adorando lo que un día fue mio... por primera vez.